Las puertas correderas son una solución de diseño innovadora y práctica utilizada en muchos espacios, tanto residenciales como comerciales. Su característica principal es la forma en que se abren y cierran: en lugar de girar sobre bisagras, estas puertas se deslizan horizontalmente a lo largo de una guía o riel. Esto las hace especialmente útiles en áreas donde el espacio es limitado o donde una puerta abatible podría ser un obstáculo.

Existen varios tipos de puertas correderas. Algunas de las más comunes incluyen:

Puertas correderas de una sola hoja: Estas tienen un único panel que se desliza a un lado.

Puertas correderas de doble hoja: Con dos paneles que se deslizan en direcciones opuestas, estas puertas ofrecen una apertura más amplia.

Puertas correderas empotradas: Estas se deslizan dentro de la pared, quedando completamente ocultas cuando están abiertas. Son ideales para maximizar el espacio y lograr un aspecto minimalista.

Puertas correderas suspendidas: En lugar de deslizarse a lo largo de un riel en el suelo, estas puertas cuelgan de un riel superior, lo que las hace fáciles de operar y reduce el desgaste del suelo.